Perspectivas sobre la muerte.
Desde el principio de la humanidad, el hombre se plantea la pregunta
"¿Qué sucede después de la muerte?". Nuestra respuesta ante esta
disyuntiva tiene enorme implicancias para nuestra vida aquí en la
tierra. Si bien hay muchos que intentan escapar del tema, tarde o
temprano debemos enfrentarlo. Hay muchas respuestas a esta pregunta,
todas ellas distintas.
Los ateos creen que al morir dejamos de existir. No hay vida después
de la muerte ni un alma eterna que continúa hasta la eternidad. Lo único
que podemos esperar es nuestra muerte inevitable, la futura muerte de
la humanidad, y del universo. Y es frente a este futuro que el ateo debe
encontrar un sentido y un propósito para su propia existencia.
Las religiones orientales y de la Nueva Era, que apoyan una visión
panteísta del mundo, enseñan que cada uno atraviesa un ciclo infinito de
reencarnaciones hasta que se rompe el ciclo y la persona se hace uno
con lo divino. La forma que tome una persona en la vida siguiente
dependerá de la calidad de la vida anterior. Al unirse con lo divino,
deja de existir como individuo, pero se vuelve parte de la fuerza de
vida divina, como una gota de agua que vuelve al océano.
Los que sostienen religiones animistas o tribales creen que después
de la muerte el alma humana permanece en la tierra o viaja para reunirse
con los espíritus de los ancestros que yacen en el submundo, también
llamado el reino de las sombras. Durante toda la eternidad vagan a
oscuras, sin experimentar gozo o desolación. Se puede llamar a los
espíritus de algunos muertos para ayudar o atormentar a los que están en
la tierra.
El Islam enseña que al final de los tiempos Dios juzgara las obras de
todos los hombres. Aquellos cuyas buenas obras son más que sus malas
obras entrarán en el reino de los cielos. El resto quedará sentenciado
al infierno. El Corán enseña que en el cielo los hombres tomarán vino y
recibirán las atenciones de doncellas celestiales, y que podrán tomar a
varias de estas doncellas por esposas.
La mayoría de las perspectivas del mundo deben aceptar la creencia en la vida después de la muerte sobre la base de una fe no comprobada. Algunos creen que se
convierten en ángeles, otros creen que entran en un estado de "sueño
del alma", mientras que aun otros creen que estarán flotando en las
nubes tocando el arpa.
Los cristianos pueden tener la certeza de que la muerte es algo que
no deben temer. Muy por el contrario, al morir llegamos a nuestro hogar
en el cielo. El vivir implica existir en un país extranjero. La muerte
ya no tiene aguijón y hoy es victoria a través de la resurrección de
Jesús nuestro Señor.
Experiencias cercanas a la muerte
En los últimos treinta años hubo miles de personas que afirmaron
haber tenido experiencias cercanas a la muerte (ECM; en inglés, NDE:"near death experiences").
Las ECM son sucesos en los que una persona en estado de total
conciencia abandona su cuerpo e ingresa en otro mundo. Las experiencias
de este tipo llevaron a una transformación total en la vida de muchas
personas. ¿Qué interpretación se puede dar a estos relatos?
Es importante comprender que las ECM provienen de personas que han estado clínicamente y no biológicamente
muertas. En el caso de muerte clínica, desaparecen todas las señales
externas de vida, como la conciencia, el pulso y la respiración. En
estos casos sobreviene la muerte biológica si no se toman medidas para
revertir la situación. La muerte biológica, en cambio, no se puede
cambiar con ningún tipo de atención o cuidados, ya que es físicamente
irreversible.
Los relatos de ECM se producen en distintas etapas de la muerte
clínica. Algunos ocurren cuando el paciente se encuentra en estado de
coma, muy cercano a la muerte, o ya clínicamente muerto. Otros relatos
se producen cuando deja de latir el corazón del paciente, o cuando el
cerebro del paciente deja de registrar actividad en el monitor del EEG.
No existen registros de casos de muerte biológica o irreversible durante
un tiempo significativo seguido de una resurrección.
Lo que intriga a científicos y teólogos por igual en sus estudios de
las ECM es que muchos pacientes describen experiencias similares, entre
las que se incluyen abandonar el cuerpo y observar desde arriba mientras
los médicos están trabajando, ingresar a un túnel oscuro, ver luz, ver a
otras personas, encuentros con seres espirituales, una sensación de
inmensa paz, y luego el retorno al cuerpo.
Muchos científicos y médicos con distintas visiones del mundo han
intentado encontrar una explicación de este fenómeno. Los que tienen una
visión atea buscan darle explicaciones desde lo natural, que van desde
alucinaciones inducidas por la medicación, reacciones químicas que
experimenta el cerebro durante una crisis cercana a la muerte,
encuentros anteriores que habían caído en el olvido, y otras. Pero de
ninguna manera logran develar este fenómeno.
Muchas ECM se producen sin medicación, como en el caso de personas
rescatadas del agua, clínicamente muertas. Además, miles de víctimas de
ECM pudieron describir claramente y con lujo de detalles lugares y
personas que vieron mientras se encontraban en estado de muerte clínica.
Una jovencita, que se encontraba casi muerta, pudo describir lo que
hizo su familia esa noche en la casa, lo que hicieron para cenar, dónde
se sentó cada uno e incluso las conversaciones que tuvieron. Otros
pudieron describir en detalle objetos que se hallaban en habitaciones
cercanas y más alejadas de la propia. Un paciente describió un zapato
que estaba en la azotea del hospital. Cuando las enfermeras fueron a
ver, encontraron el zapato exactamente como lo había descrito ella. Un
niño que sufrió un accidente junto a su madre y su hermano dijo a los
que lo rodeaban, sólo unos instantes antes de morir: "Me están esperando
ahora". El médico descubrió que justamente a esa hora en otro hospital
habían muerto la madre y el hermano del niño. Gary Habermas y J.P.
Moreland consideran el tema de las ECM desde distintas perspectivas en
su libro Beyond Death [Más allá de la muerte], donde argumentan
que las explicaciones desde lo natural no aclaran de manera
satisfactoria lo que sucede durante las ECM.
Si bien las ECM no ofrecen una prueba concluyente de la existencia
del cielo o del infierno, al menos indican que en el momento de la
muerte el alma se separa del cuerpo y que el espíritu de la persona está
conciente y es coherente.
Solo cierra los ojos y recuestate en los brazos de Morpheo... ya no hay nada que hacer; ilógico, irónico, tratar de evitar lo inevitable?.Te deseo buena suerte pues yo sigo aqui, del otro lado de la costa! aún ansio que ese remero venga por mi, para llevarme a tu lado... y todo? ¡por que me he enamorado!...acaso vale la pena? y por que no? se que algún día é de morir y no tengo nada que perder.
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